Ecuador disminuyó la importación de energía

El sistema nacional interconectado del país dejó de depender de la energía proveniente de Colombia y Perú para abastecer la demanda interna.

Según los reportes diarios del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), las líneas de interconexión con los países vecinos actualmente entregan menos del 2% del requerimiento eléctrico de Ecuador. Esta situación se consolidó desde la semana pasada.

Por ejemplo, el lunes 8 se importaron 53 megavatios (Mw), los cuales representaron el 1,9% del consumo nacional en ese día. Mientras, el viernes anterior el abastecimiento internacional a penas llegó al 1,3%.

En cambio, en diciembre, enero y hasta febrero pasados, el aporte de la energía internacional fluctuó entre el 4 y 7 por ciento, según datos del Cenace.

Para el ingeniero eléctrico Eduardo Castro, este comportamiento se debe a dos factores importantes: el ingreso al sistema nacional interconectado de nuevas unidades de generación térmica y la recuperación de los caudales en los ríos que abastecen a las hidroeléctricas ubicadas en el austro.

En el primer aspecto, Castro recordó que el Gobierno compró y alquiló varias plantas de generación para suplir la crisis energética, que desembocó en racionamientos de luz desde el pasado 4 de noviembre.

En ese grupo constan las siete unidades de generación compradas a General Electric y que se instalaron en Pascuales (seis) y Manta (una), a más de las plantas alquiladas a dos empresas internacionales y que fueron instaladas en Santa Elena y Quevedo.

En total, todas las unidades sumaron más de 300 Mw.

Además, Castro aseguró que siempre es más conveniente utilizar la energía generada en el país que importarla, pues se impide que salgan divisas de la economía nacional.

Durante la crisis energética, el Ministerio de Electricidad realizó gestiones con sus similares de Colombia y Perú para contar con un volumen de energía, a fin de cubrir el déficit de generación ecuatoriana.

Con el primer país se logró un acuerdo para mantener abierta la línea de interconexión. Sin embargo, luego de unos días el abastecimiento se cortó por el mantenimiento de las plantas termoeléctricas colombianas.

Aunque, en diciembre pasado, se alcanzó otro convenio, mediante el cual el país vecino se comprometió a entregarnos hasta 100 Mw.

En cambio, con Perú se logró en noviembre pasado un contrato de suministro por hasta 65 Mw.

Una vez superado lo más difícil de la crisis (20 de enero pasado), ese volumen disminuyó. La primera decisión del ministro de Electricidad, Miguel Calahorrano, fue suspender la compra de energía peruana, debido al precio.

Ecuador compraba cada Mw de ese país a más de 30 centavos, cuando el costo promedio del Mw de las hidroeléctricas nacionales es de 3 centavos y de las termoeléctricas es de 9 centavos.

La energía colombiana también se negoció a precios altos, pero más barata en comparación con la de Perú.

Por ello, de acuerdo con cifras del Ministerio Coordinador de la Producción, durante la crisis energética, se destinaron 25,9 millones para la compra de electricidad en ambos países.

Actualmente, la demanda eléctrica nacional es cubierta por las termoeléctricas en un 66%, por las hidroeléctricas en un 32% y la diferencia por las interconexiones.

Fuente: El Telégrafo