Energía Nuclear: ¿Un Tema sin Respuesta para Chile?

El domingo pasado el presidente de la Confederación de la Producción y Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, volvió a levantar el tema nuclear en nuestro país.

Sin embargo, esta vez la exigencia del timonel no apuntó al actual gobierno, sino que a los candidatos, por medio de un llamado urgente a poner el tema en la agenda de la carrera presidencial.

Las respuestas entregadas por los aspirantes con mayor intensión de voto no pasaron más allá de lo típico, asumiendo que el desarrollo de energía nuclear en Chile es una alternativa que se debe tomar en cuenta, pero nada más.

Y se entiende, porque yo todavía no imagino a Chile con una central nuclear funcionando en el desierto de Atacama (lugar que vale mencionar parece ser el destino de varios proyectos energéticos a futuro) y aportando energía al Sistema Interconectado Central (SIC)
Los motivos que llevan a estas declaraciones parciales realizadas por los candidatos se dan por varios flancos:

Por un lado, tenemos a los medioambientalistas que le han puesto una cruz a cualquier intención para incursionar en este tema, por razones que apuntan al cuidado de los ecosistemas chilenos.

Ahora bien, las críticas no se quedan sólo en bosques, ríos y parques. Algunos expertos han señalado que no es viable instalar un central nuclear, debido a su gran tamaño, temiendo por una excesiva dependencia de esta tecnología, lo que por estos días no parece ser un gran tema, porque ya existen plantas pequeñas con una potencia de 300 Mw.

Por último tenemos las características sísmicas de Chile que frente a la experiencia mostrada por Japón, donde el 24,9% de su electricidad se genera con energía nuclear, no parece presentar un mayor problema.

Entonces uno se pregunta dónde radica el temor y la desconfianza frente a esta tecnología.
Esto va por un tema de eficiencia para hacer las cosas en Chile, donde siempre somos víctimas de plazos apresurados o malas planificaciones, algo que, por ningún motivo, no puede permitirse en un proyecto nuclear.

Un ejemplo lo da la central termoeléctrica Los Robles de AES Gener, que fue aprobada por la Conama de la VII Región, siendo que el proyecto aún presentaba imperfecciones, como no haber establecido dónde se guardarían las cenizas resultantes de la generación con carbón.
Casos como éste son los que instalan dudas en la factibilidad de producir energía nuclear para la matriz eléctrica de nuestro país.

Sin lugar a dudas, este es un tema que todavía tiene para un par de años de estudios y análisis, antes de que se tome una decisión definitiva.

Por mientras, sería un poco más constructivo saber cuáles son las propuestas que los presidenciables tienen para diversificar la matriz con energías renovables, un tema que al igual que la energía nuclear aún está en pañales, cuando con las condiciones que ofrece el país se debería estar mucho más avanzado.

Por Mauricio Zanotti