El Sueño que Inspiró la Primera Carrera de Autos Solares en Latinoamérica

Los altos costos de las competencias en el extranjero y las ganas de integrar a Latinoamérica en eventos de esta categoría impulsaron su desarrollo.

Por Mauricio Zanotti


Cuando Leandro Valencia director de “La Ruta Solar”, habla sobre su proyecto, le es imposible hacerlo sin una sonrisa y una cuota de nerviosismo.


Y es que este ingeniero civil mecánico de la Universidad Federico Santa María (en la foto), se acerca cada vez más a cumplir uno de sus sueños más grandes: organizar la primera carrera de autos solares en Latinoamérica.

El evento a realizarse en diciembre de 2010, se encuentra en plena etapa de desarrollo, donde un equipo conformado por 8 personas trabaja a toda máquina tomando las mediciones necesarias para las bases de la competencia y conseguiendo auspiciadores, entre los que ya cuentan a Mitsubishi.

“Para este año se hará una prueba de la ruta solar con un vehículo prototipo diseñado, por el creador del evento, el ingeniero Eduardo Soto, para medir el nivel de radiación del recorrido que irá de Santiago a Valparaíso por la Ruta 68”, comenta Valencia.



Inspirados en un grande

Los primeros esbozos de La Ruta Solar, comenzaron en los días de universidad de estos dos ingenieros civiles mecánicos, que poco a poco fueron confeccionando los que será la primera competencia de vehículos solares de la región.

Su punto de inspiración fue el “World Solar Challenge”, evento considerado como el más grande a nivel mundial donde compiten autos de esta categoría.

Sin embargo, los altos costos para el desarrollo de un vehículo apto para esta competencia, que junto a otros gastos alcanzan la suma de US$250 mil dólares, lo hace poco accesible para muchos estudiantes latinoamericanos interesados en el tema.


En 2007 un grupo de alumnos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile logró participar con su modelo Eolian (foto derecha), gracias al aporte realizado por varias empresas.

Sin embargo, Valencia señala que en la World Solar Challenge no es llegar y competir, “porque ahí uno se codea con grandes como Honda que están en otro nivel”.

“Por eso nosotros decidimos realizar un proyecto con autos que fueran más baratos, impulsados por energía solar y humana (US$7.000), para que otros estudiantes con menos recursos pudieran participar”, agrega el ingeniero civil de la universidad Federico Santa María.

Para esto se basaron en un triciclo solar (foto final) construido por Soto (y que será utilizado como prototipo este año) para su proyecto de tesis y que consiste en una pequeña estructura similar a un “carrito” con un panel solar.


Un proyecto ambicioso

Si bien Valencia asegura que están haciendo las cosas paso a paso, sabe que Chile es sólo el primer paso de esta larga ruta.

En contraste a la World Solar Challenge, que se realiza en todos los años en Australia, los organizadores de la ruta solar esperan ir cambiando la sede en cada oportunidad, para que así la mayor cantidad de países pueda tener su carrera de vehículos solares.

“En esta versión planeamos subvencionar el 90% de la construcción del automóvil y el 100% del costo de pasajes de todos los equipos que participen, lo que requerirá una inversión de US$850 mil. Así tendremos una gran cantidad de competidores, lo que ayudará a difundir el tema en la región”, explica Valencia.

Un ejemplo es el Tecnológico de Monterrey (México) donde ya se están realizando conversaciones para incentivar a otras universidades latinoamericanas a que participen.

Según Valencia, el primer acto oficial de este proyecto será en octubre de este año, donde todas las organizaciones que apoyan el proyecto firmarán un acuerdo nacional en pro de la energía solar.

Así, se empiezan a pavimentar los primeros kilómetros de esta ruta solar, que dentro de poco más de un año ya debería estar encendiendo motores eléctricos provenientes de todos los rincones de la región.