Se manifiestan en la capital brasileña contra una hidroeléctrica en la Amazonía
>> 14 de abril de 2010
Centenares de personas se concentraron en la mañana de hoy en la Explanada de los Ministerios, centro político de Brasilia, para protestar contra los planes del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de construir una enorme hidroeléctrica en el corazón de la Amazonía.
La represa de Belo Monte, que el Ejecutivo pretende construir en el río Xingú y tendrá una potencia de 11.233 megavatios, será la tercera mayor del mundo por detrás de la china de las Tres Gargantas y la de Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay.
Los indios y diversos movimientos sociales han denunciado, sin embargo, que la obra, que se levantará en el municipio de Altamira, en el estado amazónico de Pará, causará un daño irreparable al ecosistema de la zona y arruinará la forma de vida de miles de pobladores de esa región selvática.
Para presionar al Gobierno para que dé marcha atrás en su proyecto, unas 1.500 personas entre indios, ambientalistas y miembros de ONGs se concentraron hoy desde temprano en la Explanada de los Ministerios para hacer oír su voz.
"En el Xingú hay miseria hoy y habrá más miseria con Belo Monte", señalaba una pancarta de los manifestantes, mientras que uno de los participantes, micrófono en mano, acusaba al Gobierno de querer "destruir el medio ambiente", pero anotaba que "el pueblo está aquí para defenderlo".
Los organizadores esperan que a la protesta se sumen más tarde el director de cine canadiense James Cameron, la actriz Sigourney Weaver y otros miembros del equipo de la taquillera película "Avatar", que apoyan la causa de indios y ambientalistas.
Cameron, que tiene previsto dar hoy una rueda de prensa en Brasilia, visitó a finales de marzo pasado la región donde se construirá la represa y se entrevistó con miembros de varias tribus, así como con el obispo de la Prelatura del Xingú, Erwin Kreutler, que también se opone a la hidroeléctrica.
Tras esa visita, Cameron pidió al Gobierno de Lula que reconsidere su decisión de construir la hidroeléctrica por el impacto negativo que la inundación de tierras causará a varios pueblos indígenas de la Amazonía.
La obra exigirá inversiones por cerca de 10.600 millones de dólares y está previsto que el día 20 de este mes se abran los sobres con las ofertas para su licitación.
Los indios han amenazado con un "baño de sangre" si los tractores entran en sus tierras y el Ministerio Público Federal pidió que se anule la licencia ambiental concedida a la hidroeléctrica.
El Gobierno esperaba que varios consorcios se inscribieran para la licitación pero sólo uno, formado por las empresas brasileñas Vale, Votorantim Energía y las constructoras Andrade Gutiérrez y Neoenergía, ha manifestado interés en participar en la obra.
Fuente: EFE
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