Crece riesgo de cortes de luz y prevén alza de 10% en cuentas
>> 7 de febrero de 2011
La suma de todos los miedos. El agua de los embalses del país sólo alcanza para producir electricidad para 30 días, los meteorólogos anticipan que las lluvias se demorarán en llegar más allá de marzo y la crisis en Medio Oriente ha hecho subir el precio del petróleo, uno de los insumos básicos para la generación eléctrica. Esos factores hacen que la capacidad de generación de energía esté en sus máximos, pero aún así la demanda está siendo a duras penas satisfecha, a lo que se suma que la capacidad de transmisión también esté en sus límites.
Y no es todo: a partir de abril, los expertos auguran que gran parte del país no sólo tendrá que vivir con el peligro inminente de cortes de luz, sino que los usuarios residenciales enfrentarán alzas en sus cuentas de electricidad, que serían del orden de 10%.
El Gobierno analiza emitir un decreto de racionamiento, que da condiciones excepcionales para cautelar que la luz no se apague en el Sistema Interconectado Central (SIC), la red eléctrica que va desde Tal Tal a Chiloé y que da energía al 92% de la población chilena. El Presidente Piñera tomará la decisión esta semana, señaló el ministro de Energía, Laurence Golborne (ver entrevista).
Tormenta perfecta
En esta crisis eléctrica hay tres problemas que se mezclan. Hay peligro de apagones esporádicos, por fallas puntuales de centrales o dificultades en transmitir energía, explica la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE),
Vivianne Blanlot. Estos problemas se agravan con el calor, que hace que las instalaciones tiendan a fallar más, agrega María Isabel González, también ex secretaria de la CNE. La situación, agrega esta última experta, es más compleja para Santiago ya que la capital perdió su central de respaldo tradicional, Rapel.
La planta hidráulica de la VI Región tiene muy poca agua para funcionar. "Este es el peor año en hidrología desde 1998, el año del racionamiento energético", dice González. Otra central que cuenta con poca agua para operar es Cipreses, en la VII Región. Ambas son de Endesa.
En marzo sube la demanda de electricidad, pero en términos de capacidad de generación el panorama empeora. Francisco Aguirre Leo, socio de Electroconsultores, dice que hoy el agua que hay en los embalses alcanza para 30 días, pero si no llueve, ésta se acabará pronto.
Según un informe de la consultora Systep, ligada al académico y consultor Hugh Rudnick, a comienzos del mes de enero de 2011 la energía almacenada en embalses había bajado de 4% respecto a lo registrado a comienzos de diciembre, pero la disminución era de 41% respecto a enero de 2010, lo que da cuenta que el año pasado fue particularmente seco.
En el caso específico del Lago Laja, único embalse con capacidad de regulación interanual, la energía acumulada en enero de este año es un 39% menor a la disponible en el mismo mes de 2010. Este problema, que podría ser estacional, se agravará en unos meses más, señala el reporte de Systep.
Sin margen para un desperfecto
Los meteorólogos auguran que las lluvias podrían retrasarse. "Si de marzo en adelante no llueve, la situación se pone crítica", dice Ramón Galaz, socio de Valgesta. Los meses más críticos en términos de suministro energético, añade, "son mayo, junio y julio, donde aumenta aún más la demanda. Si no llueve serían necesarios los cortes programados", agrega. Es decir, pasamos de apagones inesperados a un déficit que obliga a programar cortes de luz, como ocurrió en 1998.
El sistema está tan estrecho que si cualquier central grande tiene un desperfecto, hay blackouts coinciden todos los expertos consultados. "El sistema no permite que salga una central no programada", señala Vivianne Blanlot. "Cualquier accidente se pagará con un apagón", enfatiza.
En estos escenarios el gran perdedor es el usuario final y también las empresas, que pueden ver disminuir su productividad, dice esta ex ministra de Defensa. Porque los expertos señalan que la falta de agua, el alza de insumos como el petróleo -que impulsa al alza a otros energéticos como el carbón- hacen subir el costo marginal y éste está incluido en muchos contratos firmados entre las productoras de energía y las distribuidoras. Y eso hará subir, sí o sí, las cuentas de luz.
Blanlot añade que el aumento de precios viene de todas maneras porque, además, ya hay alzas anteriores que se han atrasado en su toma de razón por Contraloría. Por ello estima que el incremento en las cuentas sería de al menos un 10% y se produciría en abril.
Ganar y perder
En este escenario hay empresas que son beneficiadas por la crisis y otras que no. Ganan las generadoras térmicas a carbón, como Gener y Guacolda -cuyo ex gerente general, Sergio del Campo, acaba de asumir como subsecretario de Energía- que tienen que despachar todo su parque generador.
También se benefician aquellos empresarios que apostaron por turbinas a diésel, como el ex gerente general de Colbún, Francisco Courbis. Cuentas menos alegres sacan las empresas hidroeléctricas, como Endesa, que si se firma el decreto de racionamiento pueden ser obligadas a guardar el agua para cuando la situación sea más apremiante.
También, señalan los consultores, el proyecto de Hidroaysén -donde son socios Endesa y el grupo Matte a través de Colbún- aparece como ganador en esta coyuntura, lo mismo que la opción nuclear, porque queda de manifiesto la necesidad de contar con una matriz diversificada y la importancia de los recursos hídricos.
"Las centrales de Aysén, tanto Hidroaysén como Energía Austral, tienen un régimen hidrológico distintos, son más estables y tienen un flujo constante de agua", señala Blanlot. Esto hace que su "factor de planta" (porcentaje del tiempo que están en operación) sea muy alto, del orden de 70%. Y estas centrales tienen la gracia de que, con una transmisión adecuada, llegan directo al centro del consumo, Santiago, explica.
La ex titular de la CNE también dice que esta coyuntura permite ver que "si tuviéramos energía nuclear no tendríamos estos problemas". Una de las ventajas de esta fuente eléctrica es que es muy estable, con un factor de planta de sobre 95%.
"Si amerita tomar medidas preventivas, se tomarán"
A menos de un mes de asumir como titular de Energía en reemplazo de Ricardo Raineri, el también ministro de Minería, Laurence Golborne, tiene que lidiar con uno de los escenarios energéticos más complejos del último decenio.
El ministro cuenta que junto a la CNE y el Centro de Despacho Económico de Carga está evaluando las condiciones de suministro y que "si amerita tomar medidas preventivas, se tomarán". Para eso, adelanta Golborne, la próxima semana se reunirá con el Presidente Piñera y "él tomará la decisión de si hay decreto de racionamiento".
-En 1998 hubo un racionamiento en el país. ¿Se aplicará igual, con cortes programados por horas y zonas geográficas?
"El decreto de racionamiento permite al Ministerio de Energía tomar una serie de medidas excepcionales: cambios en las condiciones de despacho, se puede determinar guardar agua, modificar los parámetros técnicos (del despacho), del voltaje, entre otras cosas".
-¿Y cortes de luz programados?
"Hay otras medidas preventivas que se pueden tomar antes. Yo prefiero tomar ese camino".
-Los expertos dicen que la falta de agua y el uso de diésel, que sube, y de carbón, que es más caro, hará aumentar las tarifas en abril...
"El tipo de cambio tiene un efecto en la baja en las tarifas, mientras el petróleo impacta al alza. Las condiciones van variando y eso se verá en marzo. En Chile hay variación de precios dependiendo de los costos de la energía y es un país que importa buena parte de esta y eso se refleja en las tarifas".
-¿Esta situación se hubiera evitado con proyectos como Hidroaysén, que tiene una hidrología diferente de la que existe en la zona central?
"Todo contribuye a una solución cuando la matriz es diversificada. Más allá de un proyecto específico, se requiere tener una matriz diversificada con fuentes distintas de energía, que nos permita tener la capacidad de reaccionar ante distintas situaciones metereológicas, de suministro, de distinta naturaleza, que nos dé más tranquilidad en el largo plazo".
-¿Qué tan relevante son las potenciales centrales del sur, dado que tienen una hidrología más estable?
"Todo eso contribuye, distintas tecnologías en una matriz energética diversificada en distintos puntos del país ayudan a tener mayor seguridad de suministro. Más allá de un proyecto específico, lo que le corresponde al Gobierno es encauzar adecuadamente el desarrollo energético hacia una matriz diversificada, sustentable medioambientalmente y con una presencia importante de fuentes renovables limpias".
1998: TV hasta la medianoche y cortes de luz de dos horas al día.
Hace trece años se vivió la mayor sequía en Chile desde los años 40; falló el motor de la central Nehuenco, de Colbún, y se atrasó San Isidro, de Endesa. La situación se tornó crítica. Ya en marzo se veía venir un año seco, en agosto empezaron los cortes en el alumbrado público, en septiembre estaba listo el decreto de racionamiento, pero una lluvia imprevista lo atrasó. En noviembre la situación era insostenible: el 12 de ese mes el entonces Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle firmó el decreto que autorizó los cortes de luz.
Chilectra tenía que interrumpir el abastecimiento dos horas diarias, entre las 7:30 de la mañana a las 9:30 horas, en 33 comunas del Gran Santiago, de lunes a viernes. Eso en la capital, porque en regiones los alcaldes denunciaban que se cortaba la luz sin ningún aviso. En Biobío, por ejemplo, se reportaron cortes de más de 10 horas.
El Servicio de Salud tuvo que llamar a la población a que cautelara que los alimentos no se descompusieran al no poder refrigerarse. La TV dejaba de transmitir a las cero horas y la televisión por cable tenía problemas para funcionar. Los teatros de Santiago dejaron casi todos sin poder dar sus obras.
Pero hubo algunos que sufrieron menos, recuerda la secretaria ejecutiva de la CNE de la época, María Isabel González. En Las Condes, por ejemplo, el entonces alcalde Joaquín Lavín negoció con clínicas y centros comerciales para que éstos usaran sus propios generadores y "liberaran" energía a la red, a fin de evitar los cortes.
¿Se repetirá la historia? "No lo creo, ahora el Ministerio de Energía tiene mayores facultades, se modernizó el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC, que organiza qué central entra o sale del sistema) y cambió la normativa", enumera González. "Hay muchas medidas previas por hacer: ordenar el despacho, guardar agua, ahorro compensado de energía, políticas de ahorro eléctrico, etc.", añade.
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