España: La crisis y las energías renovables permiten una reducción de las emisiones de CO2 del 8,7%

Fuente: La Vanguardia.es

España va camino de cumplir con el protocolo de Kioto, el pacto internacional establecido para reducir las emisiones de gases invernadero y mitigar el cambio climático.

La grave crisis, concretamente la caída de la producción y el menor uso de combustibles, ha hecho que las emisiones que calientan la atmósfera se recortaran un 8,7% en el año 2009. Éste es el tercer año consecutivo que se repite esta tendencia a la baja. España decidió en su día una hoja de ruta para cumplir con este acuerdo de manera que pueda incrementar sus emisiones un 37% en el período 2008-2012 con respecto a 1990; pero con el descenso de los últimos años, ahora está un 27,8% por encima.

El descenso de emisiones de los gases invernadero registrado en los últimos tres años ha situado a España en la ruta para poder cumplir con Kioto. Nuestro país llegó a ver incrementadas sus emisiones un 52% respecto a 1990. Ahora, en cambio, después de sucesivos descensos, sólo está un 27,8% por encima. Aunque, en sentido estricto, España sólo puede aumentar sus emisiones un 15%, la Administración central se fijó como meta lograr que éstas no rebasaran el 37%, ya que el protocolo de Kioto también permite comprar en países terceros de derechos de emisión para poder restarlos del inventario estatal de gases.

El descenso de emisiones se debió en el 2009 a la crisis y a cambios en los modos de moverse y del mix energético. El PIB cayó un 3.1%; se produjo un descenso del 4,4% de la electricidad, y la disminución del uso del vehículo privado y en el transporte de mercancías desplomó las emisiones en el transporte por carretera un 5,2%. Así los indica el estudio, elaborado por CC.OO.y la versión española de la revista World Watch.

Un factor clave ha sido la reducción de las emisiones de gases en el sector eléctrico (que bajó sus emisiones un 21% con respecto al 2008). Eso se ha debido a que España produce cada vez más electricidad limpia. Ha disminuido la generación de electricidad con carbón (lo que a su vez obedece a un aumento de los precios de importación y al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 que pagan las empresas). Las compañías eléctricas cada vez tienen menos derechos gratuitos para producir electricidad con carbón (y deben comprarlos si exceden los cupos de CO2 asignados anualmente), lo que constituye el principal elementos disuasorio.

El consumo de energía primaria cayó un 8,2%, el mayor descenso de los últimos 50 años, y el carbón, un 24,3%

En paralelo, la aportación de las energías renovables sigue siendo crucial, y ya cubrieron el 23,4% de la generación eléctrica, en gran parte gracias al éxito de la energía eólica. Los molinos de viento aportaron el 12,7% de la energía eléctrica y la fuente solar y termosolar supusieron el 2,1% (cuando el año 2008 sólo era el 0,8%).

Además, en la reducción de las emisiones en el transporte ha incidido no sólo la crisis, sino también el aumento de precios de los combustibles y un recorte en los viajes laborales. No obstante, "puede ser que algunas políticas municipales haya dado lugar a un ligero desplazamiento hacia viajes efectuados con modos menos contaminantes (tranvías, metros, bicicletas…", dice el informe. No obstante, no se observa un cambio positivo en las tendencias de la movilidad hacia un cambio modal o de reducción de desplazamientos", se añade.

No obstante, España sigue siendo uno de los países industrializados donde más aumentan las emisiones y sigue necesitando de los mecanismos flexibles previstos en Kioto para cumplir con el protocolo (compra de derechos de emisión). De consolidarse la reducción de emisiones, España no sólo podría cumplir con la mencionada senda (no superando el 37% en el período 2008-2012), sino que aliviaría sus obligaciones de adquirir derechos en el exterior.

Fuente: La Vanguardia.es