Energía Solar: Un rayo de luz para el difícil momento que pasa nuestra matriz energética

Por Mauricio Zanotti

Hace algunos días el director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Nobuo Tanaka, alabó las medidas tomadas por Chile respecto a políticas energéticas, destacando la creación de un ministerio dedicado exclusivamente a esta área y los incentivos para el desarrollo de fuentes renovables en el país.

Cabe destacar que desde 2006 se ha duplicado la presencia de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) que hoy representan el 1,4% del total de la matriz energética, mientras que para 2010 y 2020 se espera que llegue a 4% y 10%, respectivamente.

Pero todas estas felicitaciones y buenos comentarios quedan en nada cuando nos damos cuenta que dentro de algunos años tendremos la matriz más contaminante de toda la región.

Según cifras entregadas por un estudio de la Comisión de Integración Energética Regional (Cier) entre 2013 y 2017 nuestro sistema eléctrico emitirá 425 toneladas de CO2 por GWh generado, mientras que Argentina y Brasil emitirán 227 y 61 toneladas respectivamente (ver nota).

Las principales causas apuntan a una matriz eléctrica sumamente dependiente de combustibles fósiles (gas, diesel y carbón) a los que se ha debido echar mano, producto de la lenta implementación de centrales hidroeléctricas (Ralco 2004, la última en ser instalada) y el aún bajo desarrollo de las energías renovables en el país.

Una tendencia que podría jugarle en contra a la exportación de productos como el cobre, donde la generación de energía representa el 76% de los GEI que esta industria emite al año, algo no admisible en varios mercados internacionales, cada vez más preocupados de la huella de carbono en productos provenientes de otros países.

Una situación absurda si tomamos en cuenta que contamos con un potencial enorme en el Desierto de Atacama, y que según el Director del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), Hans Müler, supera al Norte de África donde hoy se desarrolla Desertec, el mayor proyecto solar del mundo y que generará el 15% de la electricidad de Europa.

Por otro lado, en una entrevista con Foro Energías, el director de la empresa Torresol Energy (desarrolladores de Gema Solar, en la foto) de España, resaltó la necesidad de que el Gobierno chileno plantease un esquema regulatorio favorable para el desarrollo de la tecnología solar.

Dos puntos que llevan a reflexionar si las políticas para incentivar el uso de energías renovables implementadas por el Gobierno, que sin duda son un paso importante en la materia, serán suficientes para enfrentar los desafíos que vienen en el corto plazo.

Casas alimentadas con paneles solares o centrales piloto como la que desarrolla la Comisión Nacional de Energía (CNE), sumados a un gran incremento de parques eólicos este año, parecen ser indicios de que hemos tomado el camino correcto, pero sólo eso.

Es cierto, se ha duplicado la presencia de las ERNC en Chile, pero 600 Mw sigue siendo una cifra muy, pero muy reducida para nuestras pretensiones y la oportunidad de recursos naturales con las que cuenta el país.

A principios de este mes el ministro Tokman anunció que el presupuesto destinado al sector energía en 2010 será de $43.538 millones (42% superior al de este año), de lo cual un 83% será destinado a la eficiencia energética y al desarrollo de fuentes renovables.

Con toda la importancia que se le está dando al tema energético en estos tiempos, es necesario que Chile acelere la aprobación de medidas que nos permitan generar electricidad a nivel industrial con fuentes renovables para dejar de pensar a baja escala y convertirnos en un ejemplo de sustentabilidad para la región.

De no hacerlo, seguiremos siendo el patito feo de Latinoamérica en el aspecto energético, un título que puede costarnos muy caro en los próximos años.