En 2013 estará operativa la primera planta geotérmica generadora de electricidad

Fuente: Terra

En medio de un árido debate por el abastecimiento energético del país y el impacto ambiental y social que generan las fuentes más tradicionales, como la hidráulica y la térmica, en Chile parece haberse adelantado, de acuerdo a lo previsto algunos años atrás y contra todo pronóstico, el desarrollo y la implementación de alternativas limpias, más baratas, abundantes y con un menor grado de intervención de los paisajes.

Así se desprende de las declaraciones de Fernando Allendes, presidente de la Asociación Chilena de Energía Geotérmica (Achegeo), quien declara que "la primera planta está prevista para el 2013 en la pampa Apacheta, al norte de Calama. Para el mismo lapso, (se pronostica que) estará en curso la operación de otra instalación en la Laguna del Maule, en la VII región. También está en carpeta otro proyecto cercano a esa fecha, el San Gregorio, en la zona de Tolhuaca, en la región de la Araucanía".

Según expone en entrevista con Terra.cl, la geotermia aportará al Sistema Interconectado Central (SIC) 800 megawatts (MW) al año 2018 con las instalaciones de Laguna del Maule y San Gregorio, mientras que en Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) la entrega de corriente llegará a unos 700 MW, dependiendo, eso sí, de si los proyectos de la pampa Apacheta, Surire y Puchuldiza concretan una explotación final y de si "esa energía será suministrada al sistema o consumida por los grandes nuevos proyectos mineros".

Consultado por las cifras de inversión involucrada, Allendes sostiene que "una vez comprobado el recurso geotérmico y su viabilidad económica, los montos de inversión en explotación fácilmente pueden llegar a entre los US$60 millones y US$80 millones para plantas de 40 MW modulares". En el detalle, la capitalización requerida es por US$4 millones por megawatt instalado. En las iniciativas descritas existen capitales chilenos, extranjeros y multinacionales comprometidos.

Respecto a las ventajas comparativas que ofrece la energía geotérmica, versus un proyecto hidráulico como el de la XI Región de Aysén, menciona que una planta geotérmica "a lo mas podría ocupar un área de 50 hectáreas, en comparación a las miles que necesita una represa". Además, menciona que la producción eléctrica no depende de factores climáticos, pues está bajo la tierra y emerge de forma espontánea hacia la atmósfera, que se convierte "en energía útil y limpia".

Por otra parte, dice que en las tarifas también se observan beneficios, pues la corriente generada en esta modalidad puede llegar a ser hasta un 20% más barata, dados sus bajos costos operacionales. Asimismo, surgen las posibilidades de empleo, de capacitación y especialización, ya que afirma que "se necesitan más profesionales y expertos.

REGULACIÓN

En cuanto a si en Chile existen los incentivos normativos para estimular el crecimiento de esta alternativa, manifiesta que "creemos que ya hoy existen las condiciones para hacer rentable la generación de energía por vía geotérmica", aunque agrega que hay espacios para aprovechar, como el del "lado residencial e industrial a mediana escala en forma de incentivos para instalación de bombas de calor geotérmica de baja profundidad y aprovechamiento de las aguas calientes y termales con fines de calefacción".

Desde la óptica legislativa, consigna que "de parte de las autoridades ambientales existe un desconocimiento de las operaciones", lo que ha llevado a una demora en la aprobación de permisos". Añade que "esperamos que el actual Gobierno dé el impulso definitivo a la generación energética renovable no convencional. Lo que se necesita es mayor precisión y celeridad en el otorgamiento de concesiones".

-Por otro lado, hace unas semanas el vicepresidente ejecutivo de Hidroaysén, Daniel Fernández, dijo en una entrevista a The Clinic que "no creo en lugares sagrados". ¿Coincide?

-No deben existir lugares sagrados en Chile, pero si un respeto por zonas que son y serán patrimonio de toda la humanidad (...) Las necesidades humanas siempre pasan por el uso de los recursos que se tienen a mano; desde tiempos pretéritos ha sido así. No obstante, tenemos un recurso en abundancia a lo largo de todo Chile y que aún no hemos aprovechado en ningún grado, y ese recurso es la geotermia.

Añade que, dado ese potencial geotérmico que está presente desde la Región de Arica-Parinacota a la de Aysén, hay una gran "oportunidad de instalar plantas generadoras de electricidad en el mediano plazo (...) para suministrar un tipo de energía con casi ningún efecto contaminante (...) Eso debemos aprovecharlo ahora antes de inundar miles de hectáreas con agua o de contaminar grandes bahías con depósitos carboníferos para alimentar enormes plantas termoeléctricas (...).

Fuente: Terra