Piden definición oficial sobre Hidroaysén y energía nuclear tras golpe a termoeléctricas
>> 30 de agosto de 2010
Fuente: Diario Financiero
Autor: Gustavo Orellana
Una total sorpresa resultó, para el sector eléctrico chileno, la intervención del gobierno para frenar la construcción de la central Barrancones, de GDF-Suez (US$ 1.200 millones para generar 540 MW), que se proyectaba instalar a 25 kilómetros de Punta Choros, en la comuna de La Higuera, IV Región.
Tanto, que ahora surgen dudas sobre las garantías que tienen los inversionistas para avanzar en desarrollos termoeléctricos o de cualquier otro tipo de generación si, finalmente, la decisión la tomará La Moneda, más allá de lo que decidan los organismos técnicos al respecto.
"Dos conclusiones: o la Corema hizo una tarea muy mala y hay alguien que deberá rendir cuentas, o en su defecto, aquí hay una pésima señal para el sector inversionista", dijo al respecto el socio de Electroconsultores, Francisco Aguirre.
"Este evento puede ser clave, porque gran parte de las centrales que están hoy en estudio en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) son a carbón. Pero, tras este episodio, ¿qué inversionista va a seguir metiendo plata para luego recibir un llamado del presidente?, agrega el experto.
La situación no deja de ser relevante. Si se prevé que el sistema eléctrico chileno deberá crecer en torno a 10.000 MW adicionales de aquí a 10 años -considerando una tasa de crecimiento del PIB de 6% promedio anual-, lo que significa duplicar la capacidad instalada, los proyectos a carbón en estudio en el SEIA suman cerca del 30% de eso.
Otro 25% lo aportaría Hidroaysén. Un 20% adicional los proyectos de energías renovables. Y aún falta.
"Si uno observa lo que está pasando con mini centrales hídricas, eólicas, si le agregas los proyectos en cartera de geotermia, uno debería llegar probablemente que va a haber un 15% de ERNC. De ahí, el resto se tiene que componer de centrales térmicas e hídricas con embalse. Independientemente del nombre que le pongamos", agrega la ex directora ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, Vivianne Blanlot.
En este nuevo escenario, los expertos creen que el gobierno debe apurar definiciones en materias como, por ejemplo, la energía nuclear o el desarrollo de grandes centrales hidroeléctricas en Aysén, donde el proyecto Hidroaysén (de Endesa y Colbún) es el más popular, pero también existe un enorme proyecto de sobre 1.000 MW correspondiente a la empresa Energía Austral, filial de la suiza Xstrata Copper.
"Sin ninguna duda, el gobierno debe definirse pronto. Y debe considerar que el tema nuclear, por ejemplo, es mucho más limpio que el carbón. El gobierno anterior no se pronunció al respecto y este quiere aplazar también el tema. Pero tiene que definirse. Y por último, definir áreas de concesión de carboneras y donde, contra viento y marea, las empresas sepan que allí se puede instalar centrales", agrega Aguirre.
Definiciones clave
El gobierno, en todo caso, sí ha dado muestras de apoyo al proyecto Hidroaysén. Un aspecto que revela la intención del gobierno de avanzar en este proyecto es que, por ejemplo, en su informe técnico de precio de nudo correspondiente a abril pasado, haya incluido las cinco centrales consideradas en el proyecto -y que aportarán 2.750 MW- en el programa de obras recomendadas, que considera nuevas instalaciones por 4.700 MW para el SIC.
Dicho plan de obras omite referencias a centrales a carbón, al menos en el SIC.
Blanlot también cree que el gobierno debe tomar posición. "Lo que hace falta es que, bajo el liderazgo del gobierno, se analice en forma transparente los costos financieros y ambientales de cada alternativa, y eso se dé a conocer claramente a la opinión pública. Y que el gobierno tome posición. Porque finalmente estas son materias que le interesan a todos y no pueden ser analizadas a caso por caso", agrega.
Ejecutivos del sector sostienen que se deberá avanzar en dar a conocer la real situación energética del país y sus desafíos. Sienten que, al menos en eso, ha existido una falencia transversal al sector y que se debe corregir porque, en ese terreno, los grupos ambientalistas sí están siendo exitosos. Y las empresas eléctricas no.
Polémica por Castilla
El viernes, el concejo municipal de Copiapó anunció que estudia cambiar el plano regulador de la comuna, con el fin de evitar la instalación de la central termoeléctrica Castilla (MPX Energía, ligada a Eike Batista), que proporcionará 2.100 MW al SIC.
Este proyecto será el próximo en ser analizado por la Corema, en este caso la de Atacama, y ya se anticipa una dura pugna entre opositores y la empresa. Esa, creen en el sector, será otra prueba de fuego.
Autor: Gustavo Orellana
Una total sorpresa resultó, para el sector eléctrico chileno, la intervención del gobierno para frenar la construcción de la central Barrancones, de GDF-Suez (US$ 1.200 millones para generar 540 MW), que se proyectaba instalar a 25 kilómetros de Punta Choros, en la comuna de La Higuera, IV Región.
Tanto, que ahora surgen dudas sobre las garantías que tienen los inversionistas para avanzar en desarrollos termoeléctricos o de cualquier otro tipo de generación si, finalmente, la decisión la tomará La Moneda, más allá de lo que decidan los organismos técnicos al respecto.
"Dos conclusiones: o la Corema hizo una tarea muy mala y hay alguien que deberá rendir cuentas, o en su defecto, aquí hay una pésima señal para el sector inversionista", dijo al respecto el socio de Electroconsultores, Francisco Aguirre.
"Este evento puede ser clave, porque gran parte de las centrales que están hoy en estudio en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) son a carbón. Pero, tras este episodio, ¿qué inversionista va a seguir metiendo plata para luego recibir un llamado del presidente?, agrega el experto.
La situación no deja de ser relevante. Si se prevé que el sistema eléctrico chileno deberá crecer en torno a 10.000 MW adicionales de aquí a 10 años -considerando una tasa de crecimiento del PIB de 6% promedio anual-, lo que significa duplicar la capacidad instalada, los proyectos a carbón en estudio en el SEIA suman cerca del 30% de eso.
Otro 25% lo aportaría Hidroaysén. Un 20% adicional los proyectos de energías renovables. Y aún falta.
"Si uno observa lo que está pasando con mini centrales hídricas, eólicas, si le agregas los proyectos en cartera de geotermia, uno debería llegar probablemente que va a haber un 15% de ERNC. De ahí, el resto se tiene que componer de centrales térmicas e hídricas con embalse. Independientemente del nombre que le pongamos", agrega la ex directora ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, Vivianne Blanlot.
En este nuevo escenario, los expertos creen que el gobierno debe apurar definiciones en materias como, por ejemplo, la energía nuclear o el desarrollo de grandes centrales hidroeléctricas en Aysén, donde el proyecto Hidroaysén (de Endesa y Colbún) es el más popular, pero también existe un enorme proyecto de sobre 1.000 MW correspondiente a la empresa Energía Austral, filial de la suiza Xstrata Copper.
"Sin ninguna duda, el gobierno debe definirse pronto. Y debe considerar que el tema nuclear, por ejemplo, es mucho más limpio que el carbón. El gobierno anterior no se pronunció al respecto y este quiere aplazar también el tema. Pero tiene que definirse. Y por último, definir áreas de concesión de carboneras y donde, contra viento y marea, las empresas sepan que allí se puede instalar centrales", agrega Aguirre.
Definiciones clave
El gobierno, en todo caso, sí ha dado muestras de apoyo al proyecto Hidroaysén. Un aspecto que revela la intención del gobierno de avanzar en este proyecto es que, por ejemplo, en su informe técnico de precio de nudo correspondiente a abril pasado, haya incluido las cinco centrales consideradas en el proyecto -y que aportarán 2.750 MW- en el programa de obras recomendadas, que considera nuevas instalaciones por 4.700 MW para el SIC.
Dicho plan de obras omite referencias a centrales a carbón, al menos en el SIC.
Blanlot también cree que el gobierno debe tomar posición. "Lo que hace falta es que, bajo el liderazgo del gobierno, se analice en forma transparente los costos financieros y ambientales de cada alternativa, y eso se dé a conocer claramente a la opinión pública. Y que el gobierno tome posición. Porque finalmente estas son materias que le interesan a todos y no pueden ser analizadas a caso por caso", agrega.
Ejecutivos del sector sostienen que se deberá avanzar en dar a conocer la real situación energética del país y sus desafíos. Sienten que, al menos en eso, ha existido una falencia transversal al sector y que se debe corregir porque, en ese terreno, los grupos ambientalistas sí están siendo exitosos. Y las empresas eléctricas no.
Polémica por Castilla
El viernes, el concejo municipal de Copiapó anunció que estudia cambiar el plano regulador de la comuna, con el fin de evitar la instalación de la central termoeléctrica Castilla (MPX Energía, ligada a Eike Batista), que proporcionará 2.100 MW al SIC.
Este proyecto será el próximo en ser analizado por la Corema, en este caso la de Atacama, y ya se anticipa una dura pugna entre opositores y la empresa. Esa, creen en el sector, será otra prueba de fuego.
Fuente: Diario Financiero
Autor: Gustavo Orellana
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