Colbún: plantas de GNL deben ser abiertas para bajar precios
>> 10 de noviembre de 2010
Fuente: La Tercera
Para Colbún, la tercera eléctrica del país, dos son las razones fundamentales de los altos precios que actualmente paga Chile por la energía, que son los mayores del continente. Según la generadora del grupo Matte, esos factores están relacionados con dos combustibles presentes en la matriz energética: el carbón y el gas natural licuado (GNL).
"Los precios caros de la energía en Chile responden al desarrollo que ha tenido la matriz en base a carbón y a los precios a los que llega hoy el GNL", afirma Bernardo Larraín Matte, gerente general de Colbún. A juicio del ejecutivo, "Chile tiene condiciones extremadamente desfavorables para el GNL, si se compara con el mercado internacional, porque nuestro país paga uno de los precios más altos en el mundo por ese combustible". A modo de ejemplo, explica que mientras el GNL en Estados Unidos está en torno a los US$ 3,5 por millón de BTU (unidad de medida), en Chile se pagan cerca de US$ 12 por millón de BTU.
No obstante, Larraín asegura que el GNL puede ser una opción más barata, pero que esa reducción de precios pasa necesariamente por abrir a terceros los terminales de regasificación de Quintero y Mejillones.
"Debiéramos masificar el uso del GNL en las centrales existentes, pero la gran limitación de por qué eso no ocurre, son las condiciones de precios y las condiciones de acceso a los terminales de regasificación", indicó. En ese sentido, Larraín valoró la decisión del gobierno de estudiar las distintas regulaciones internacionales en el negocio del GNL. El Ministerio de Energía encargó un informe que deberá analizar las normas internacionales sobre acceso de terceros a las instalaciones de regasificación e incluir una descripción sobre las tarifas aplicables.
"Nos parece interesante estudiar lo que han hecho mercados más desarrollados. Es fundamental conocer modelos regulatorios sobre usos del terminal de regasificación y ver distintos esquemas comerciales en materia de acceso abierto. Que cualquier potencial consumidor pueda pedir un servicio de regasificación y poder traer gas de cualquier mercado internacional y de cualquier proveedor y no estar sujeto a uno solo, permitiría masificar el uso del GNL y bajar los precios de la energía que pagan los usuarios", dijo Larraín.
No obstante, agrega, en el corto plazo los costos seguirán altos, porque estarán marcados por el carbón. "El 64% de la nueva capacidad base que entrará al sistema eléctrico central entre 2009 y 2011 será plantas a carbón. Por ese combustible hoy se paga en Chile entre US$ 90 y US$ 110 por tonelada, versus valores de entre US$ 50 y US$ 70 por tonelada que se cancelan en EEUU", señala.
Para Larraín, la matriz energética debe ser diversificada, pero cree que sería un error forzar la inclusión de las energías renovables no convencionales. "Hay un potencial enorme en fuentes no convencionales, pero no todos los proyectos son competitivos. Subsidiar o promover en forma forzada fuentes que no son competitivas sería una política pública incorrecta, que impactaría en las tarifas", dice.
Fuente: La Tercera
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