Después del devastador terremoto, los japoneses temen ser víctimas de una catástrofe nuclear
>> 14 de marzo de 2011
Fuente: El Mercurio
Los temores de un accidente nuclear grave aumentaron ayer en Japón tras la explosión ocurrida en una central nuclear, situada a 250 km de Tokio, al día siguiente del terremoto y maremoto que se estima han dejado más de 1.800 muertos.
La televisión japonesa mostró que los muros que albergan a uno de los reactores de la planta Fukushima I (Daiishi) se derrumbaron y sólo permaneció en pie una armazón de metal. Varias columnas de humo salían de la planta.
Las autoridades habían dicho que la radiación había alcanzado niveles altos antes de la explosión. En un momento dado, la planta emitía cada hora la radiación que una persona absorbe con normalidad del ambiente en todo un año. La agencia nuclear japonesa clasificó el accidente con un 4 en una escala internacional (INES), que va de 0 a 7. Chernobyl alcanzó un 7.
El problema comenzó en el reactor número 1 de la planta, tras el poderoso terremoto y posterior maremoto que suspendieron el servicio eléctrico en la zona.
Según la agencia AP, la explosión, donde murió un técnico y once resultaron heridos, se debió a la interacción del hidrógeno con el oxígeno fuera del reactor. El hidrógeno se forma cuando las barras de combustible supercalientes hacen contacto con el agua que se vacía sobre ellas para enfriar el núcleo e impedir la fusión de éste.
Contradicciones
Autoridades del gobierno y ejecutivos de Tokyo Electric Power, que opera la planta, dieron confusas versiones sobre las causas de la explosión y del daño que ocasionó, lo que aumentó el miedo a un accidente nuclear mayor.
"(Los expertos en Japón) trabajan intensamente para encontrar una solución a fin de enfriar el núcleo, y esta tarde en Europa nos enteramos de que han comenzado a inyectarle agua de mar", dijo Mark Hibbs, del Programa de Política Nuclear del Carnegie Endowment for International Peace. "Esa acción indica la gravedad del problema y de la iniciativa de los japoneses de recurrir a soluciones inusuales e improvisadas para enfriar el núcleo del reactor", apuntó.
La explosión fue precedida de una exhalación de humo blanco, el cual se condensó y se convirtió en una nube que rodeó toda la instalación en Fukushima.
Otro reactor de la central Fukushima II, a 10 kilómetros de la I, presentaba, durante la jornada, señales similares de problemas de refrigeración y subida de la presión, forzando a las autoridades a abrir las válvulas para la salida de vapor.
El Primer Ministro Naoto Kan, por su parte, se mostró preocupado por el accidente,
evitando en un principio hablar de un caso de fusión del núcleo de la central. El gobierno, sin embargo, amplió el radio de evacuación en torno a la planta de 10 a 20 kilómetros.
Horas más tarde, el vocero oficial dijo que una fusión nuclear parcial podría ocurrir en el segundo reactor afectado. Yukio Edano señaló que la radiación en la planta aumentó brevemente por encima de los límites permitidos, pero que se ha reducido bastante. Las autoridades indicaron asimismo que se disponen a distribuir comprimidos de yodo a los habitantes de las zonas próximas a las dos centrales.
La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos anunció ayer que enviará dos expertos a Japón.
El dilema chileno
Pese a ser un país extremadamente preparado para los terremotos, especialmente en lo que se refiere a las infraestructuras que protegen a las centrales nucleares, Japón se vio desbordado por la gran intensidad del sismo 8,9 del viernes.
La explosión en la planta Fukushima I revive el debate sobre si Chile, un país que presenta condiciones sísmicas muy similares a Japón, debería desarrollar la energía nuclear.
Incluso científicos concuerdan en que el terremoto del 27 de febrero en Chile y el japonés fueron muy parecidos en magnitud, extensión de la fractura y tiempo que duraron.
Preocupación mundial por desastre atómico
La falla en la planta atómica japonesa producto del terremoto alertó a varios con tradición nuclear, principalmente a Alemania y Rusia.
La Canciller alemana Angela Merkel anunció ayer que su gobierno revisará sus estándares de seguridad nuclear y sus centrales atómicas ante el accidente nipón. "Lo ocurrido en Japón es un punto de inflexión para el mundo", dijo Merkel en Berlín.
Si en un país tan desarrollado y con los estándares de seguridad más exigentes puede ocurrir un accidente, "Alemania no puede simplemente pasar por alto el tema", añadió.
"Creo que en un día como hoy no se puede decir simplemente 'nuestras centrales atómicas son seguras'", manifestó la Canciller. "Son seguras, y sin embargo hay que preguntarse qué podemos aprender de un incidente como éste".
La Jefa del Gobierno alemán convocó a una reunión de gabinete de crisis integrado por el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, y el de Medio Ambiente, Norbert Rottgen, para analizar lo ocurrido en Japón.
El accidente reabrió además el debate sobre la energía nuclear en Alemania, donde ayer unas 60 mil personas -20 mil más de las esperadas por los organizadores- formaron una inmensa cadena humana de 45 kilómetros para reclamar que el país renuncie de inmediato a esa fuente de energía.
El gobierno de Merkel extendió en 2010 la vida útil de 17 de sus plantas, yendo en contra del paulatino apagón atómico prometido por la anterior administración.
Según el nuevo acuerdo, la más antigua de las 17 centrales sigue operativa ocho años más a partir de 2021, mientras que las más modernas lo harán otros 14 años.
Mientras, el Primer Ministro ruso Vladimir Putin ordenó ayer que sean verificados los planes y las medidas de seguridad en el extremo oriente del país, a raíz del accidente en una central nuclear japonesa, informó la agencia Ria-Novosti.
"Hay que controlar más cuidadosamente la situación en todo el extremo oriente ruso, y verificar una vez más la disponibilidad de todos los medios previstos en tales situaciones", declaró el ex Mandatario.
Putin hizo esta declaración en una reunión con el Viceprimer Ministro a cargo de Energía, Igor Sechin, el jefe de la Agencia rusa de energía nuclear Rosatom, Serguei Kirienko, y el viceministro de Situaciones de Emergencia, Ruslan Tsalikov.
Las autoridades rusas se mostraron serenas hasta el presente respecto a la amenaza que podría representar la contaminación radiactiva en caso de accidente nuclear debido al sismo de Japón.
Los accidentes más graves
28 de marzo 1979, EE.UU. : En la central Three Mile Island (Pensilvania), una serie de errores humanos y de fallas técnicas impidieron el óptimo enfriamiento de un reactor, cuyo centro empezaba a fundirse. Hubo una gran contaminación radiactiva dentro de la sala de aislamiento, pero sin afectar a la población ni al medio ambiente. Unas 140 mil personas fueron desplazadas tras este accidente, de nivel 5 según la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES).
Agosto 1979, EE.UU. : Una fuga de uranio de la central nuclear secreta ubicada cerca de Erwin (Tennessee) contaminó a unas mil personas.
Enero-Marzo 1981, Japón : Un total de cuatro fugas radiactivas se produjeron en la central nuclear de Tsuruga (centro), provocando la radiación de 278 personas.
26 de abril 1986, URSS : Un reactor de la central soviética de Chernobyl (Ucrania) explotó durante una prueba de seguridad, causando la más grave catástrofe nuclear civil y provocando la muerte de más de 25 mil personas. Durante diez días el combustible nuclear estuvo quemándose, soltando en la atmósfera elementos radiactivos de una intensidad equivalente a más de 200 bombas de Hiroshima y contaminando tres cuartas partes de Europa. Moscú intentó esconder y minimizar este accidente de nivel 7 en la INES (máximo).
Abril 1993, Rusia : Una explosión se produjo en una fábrica de recuperación de
combustible radiactivo en Tomsk-7, una ciudad secreta en Siberia, provocando la formación de una nube que emanó material radiactivo.
30 de septiembre 1999, Japón : Un accidente se produjo en la fábrica de tratamiento experimental de Tokaimura (noreste de Tokio) debido a un error humano, provocando la muerte de dos técnicos. Más de 600 personas fueron expuestas a radiaciones.
9 de agosto 2004, Japón : En la central nuclear de Mihama (centro), una canalización se rompió, aparentemente como consecuencia de una importante corrosión, provocando que el vapor no radiactivo se escapara, matando por quemaduras a cinco empleados.
23 de julio 2008, Francia : Ciertas sustancias radiactivas se escaparon durante una operación de mantenimiento realizada en un reactor de la central nuclear de Tricastin (sur), contaminando ligeramente a unos cien empleados.
Fuente: El Mercurio
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