Sebastián Bernstein: "Decir que no se ha hecho nada en energía es una crítica injusta"

Fuente: Revista Electricidad

Defiende y celebra el fallo favorable de la justicia por las centrales de HidroAysén, pero señala que la parte más crítica será la definición del trazado de la línea. Sebastián Bernstein, consultor, miembro de la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (Cade) y ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía( CNE), dice que no es aceptable que la línea de transmisión afecte de manera grave el paisaje y el valor de la zona. También considera que la situación que enfrenta el sector eléctrico es compleja, pero que los problemas se presentarán sólo a partir de mediados de 2015, ante la falta de nuevas centrales que entren en operación. Por ese motivo, advierte, los precios de la energía seguirán altos.

¿Qué le parece el fallo por HidroAysén?

Estoy muy conforme con que se hayan aprobado estas centrales, que en su versión original tenían elementos discutibles respecto de las áreas de inundación, pero que se adecuaron y quedaron de una forma muy racional, ya que no se afectan ni siquiera medianamente, los elementos básicos del paisaje. Los recursos de Aysén debieran poder usarse dentro del país. No comparto la visión de mantener toda la zona de Aysén sin ninguna intervención humana. Eso me parece muy egoísta respecto de lo que el país requiere, que es tener energía a precios razonables.

¿Demoró mucho el proceso?

Sí. Hace cinco o seis años las centrales iban a entrar el 2014 y ahora están para el 2021; espero que puedan entrar. Estoy sumamente preocupado, porque nos estamos quedando sin energía. No hay nuevos proyectos, pero aún habiendo nuevos proyectos, estos partirían posterior a 2015 y 2016.

¿Cuál es el siguiente punto crítico para el proyecto?

El desarrollo de la línea es muy vital y tiene impactos. En ese punto se debe ser exigente. Conozco el paisaje de la zona y comparto la preocupación de que el trazado de la línea debe hacerse de tal forma que no dañe, o que lo haga marginalmente, el valor paisajístico y turístico y de preservación del hábitat. Debe hacerse en condiciones que se respete eso, aunque puede significar costos y cambios de trazado importantes.

¿El tendido tendrá un mayor impacto que las represas?

El trazado de la línea es mucho más impactante que las centrales. Hay algunas formas de trazado que pueden lograr minimizar el impacto, pero también hay que reconocer que será imposible que la línea sea invisible. Hay que buscar un equilibrio.

Además de HidroAysén, hoy está la incertidumbre por el proyecto Castilla...

Ese tema es vital. Hoy hay varias centrales en construcción, y entre 2012 y 2014 vamos a estar bien abastecidos con energía de base, económica. Pero no hay ninguna central en construcción que cubra desde mediados de 2015 en adelante. En ese sentido, Castilla es el proyecto que puede inyectar energía en forma masiva y no contaminante, hasta la entrada de HidroAysén. Sin Castilla las cosas se va a ver apretadas, no tanto desde el punto de vista físico, porque no hay un riesgo de racionamiento eléctrico, debido a que tenemos mucha reserva en plantas a diésel, pero sí hay un riesgo de mantenimiento de precios muy altos.

¿Qué tan altos?

Si el petróleo se quedara en niveles de US$ 120 y si no se hacen centrales de base, los costos marginales van a estar entre US$ 260 y US$ 270 por MWh (megawatt hora) en lugar de precios de US$ 100. Eso va a impactar en la economía, no tanto en las personas, sino en las empresas y en todos los sectores productivos, que son los que dan trabajo.

¿Cómo se pueden solucionar los cuellos de botella del sistema?

La carretera pública es una forma de aliviar los problemas. Otra cosa que hay que hacer es la reforma a la ley de concesiones eléctricas, y también lograr una mayor coordinación entre los servicios públicos, de modo que cada uno respete su propia institucionalidad y legalidad, pero que no haya que enfrentar 30 o 40 permisos de organismos distintos, cada uno con su propio criterio. Ahí está el principal problema.

¿Es necesario implementar un impuesto a las emisiones de las termoeléctricas?

Es un tema que debe estudiarse, pero con una visión de largo plazo. No es algo urgente para el país y, por el contrario, es un tema que puesto sobre la mesa, en el ambiente y en el escenario en que estamos, puede ser muy negativo, porque parte de la solución de nuestros problemas eléctricos de largo plazo pasan necesariamente por la instalación de centrales a carbón.

Cambios de autoridad

¿Ve celeridad de parte del gobierno en los temas importantes? Se critica que en estos dos años no se ha avanzado en materia energética.

Decir que no se ha hecho nada en materia energética es una crítica injusta. Lo que pasa es que han surgido y se han agudizado problemas que vienen desde antes. Por ejemplo, hay un proyecto para acelerar las concesiones eléctricas que este gobierno retomó, le hizo algunos cambios y lo replanteó al Congreso, pero hubo una nula recepción de parte del Parlamento para discutirlo. Esto afecta no sólo a los grandes generadores, sino que a todo el mundo. También la judicialización ha complicado las cosas.

¿Pero ha habido continuidad en la política energética?. Porque en dos años ha habido cinco ministros de Energía.

Ese es otro tema, pero no el principal. Los ministros fueron saliendo por fallas políticas, por ejemplo, el caso de Raineri, por Magallanes; la salida de Alvarez fue también muy incidental y tuvo que ver con lo de Aysén, que era un tema más de orden interior. Creo que no hemos dado un muy buen espectáculo con estos cambios de ministros, pero tampoco creo que sea una falla de la política energética. En el sector eléctrico se necesita una fortaleza y continuidad para tomar acciones que ayuden a resolver los problemas que tenemos, ese habría sido el ideal. Quizás el gobierno ha estado actuando en forma reactiva.

¿Qué opina de la llegada de Jorge Bunster al Ministerio?

Bunster es más técnico, creo que también tiene aptitudes de manejo político que ha demostrado. Tengo una excelente opinión de él y tengo mucha confianza en que pueda hacer una buena gestión. Efectivamente, los dos años que vienen serán relevantes, porque es necesario poder terminar algunos reglamentos que aún están pendientes y que tienen mucha importancia para precisar las reglas del juego en el sector. También son urgentes las definiciones para reactivar la carretera pública y agilizar las concesiones eléctricas.

Fuente: Revista Electricidad