Bolivia asegura que pagará a firma hispana por expropiación
>> 3 de mayo de 2012
Fuente: El Mercurio
No solo por la relevancia de la empresa afectada, sino además porque el pago de una indemnización se zanjó en pocas horas. El ministro de Energía de Bolivia, Juan José Sosa, aseguró que un tercero definirá el precio a pagar por los activos de la filial hispana en ese país. "Lo que se va a hacer es contratar una empresa que en seis meses valore los activos de TDE. Muchos de ellos con seguridad han cumplido su vida útil, y una vez que tengamos esos datos nos vamos a sentar a la mesa con Red Eléctrica", dijo a una radio local.
La empresa está presente desde 1997, cuando la española Unión Fenosa pagó US$ 39,9 millones por la privatización de la Empresa Nacional de Electricidad. Y ese monto, dijo Sosa, será el punto de partida para negociar la indemnización con los hispanos.
Reacción en España
Esa actitud es la que ha tranquilizado al gobierno hispano. Frente a la segunda expropiación que sufre una empresa española en menos de un mes -tras la nacionalización del 51% de YPF por parte del Estado argentino-, su reacción ha sido mucho más calmada.
Hasta ahora no ha habido amenazas ni represalias de Madrid, en parte porque la compañía expropiada representa menos del 2% de los ingresos de Red Eléctrica. Pero también porque el gobierno boliviano ha comprometido una indemnización justa.
Luis de Guindos, ministro de Economía, destacó la compensación que entregará el gobierno de Evo Morales, aunque insistió que es una medida negativa. "Tiene implicaciones a medio plazo desde el punto de vista de lo que es el desarrollo económico de estos países y de lo que es la garantía de las inversiones" explicó. El Estado español tiene un 20% de participación en Redes Eléctricas, la matriz de la firma expropiada.
El gobierno español supo de la expropiación tres horas antes del anuncio oficial que realizó Evo Morales el martes, en un acto de celebración del Día del Trabajo en Bolivia.
Más enérgica fue la reacción de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que aseguró que la nacionalización era "una tomadura de pelo" y alentó al gobierno hispano a tomar acciones serias contra la medida boliviana "y dejar de decirles a estos países que somos hermanos y que nos queremos", dijo Arturo Fernández, vicepresidente de la organización.
El CEOE aseguró temer un efecto contagio de estas medidas en la región, luego del episodio YPF y el de Redes Eléctricas. Mientras, la UE manifestó su preocupación por la medida.
Fuente: El Mercurio
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