En 2014 podría entrar a operar planta piloto de energía marina en fiordos de Magallanes
>> 16 de agosto de 2012
Fuente: El Mercurio
Una serie de reuniones con autoridades del Ministerio de Energía y de Corfo realiza esta semana Walter Vergara, jefe de la División de Cambio Climático y Sostenibilidad del Banco Interamericano (BID). ¿Su propósito? Avanzar en el programa de energías renovables que el Gobierno chileno resolvió impulsar con el apoyo de ese organismo.
El BID tiene un programa para apoyar a los países de la región a adaptarse a los impactos del cambio climático y ayudarles a reducir sus emisiones. En el sector eléctrico es donde Chile tiene una de las emisiones de dióxido de carbono más altas debido a la utilización de carbón en la generación de energía. Es en este aspecto donde el BID está trabajando con el Gobierno.
El experto sostiene que Chile tiene un enorme potencial en energías renovables no tradicionales que no se están explotando: "La capacidad instalada de energía eléctrica en toda América Latina son 250 GW (gigawatt). En tanto la capacidad instalada de Chile son 13 GW pero tiene un potencial mayor de 200 GW en energía marina (olas y corrientes); de unos 200 GW en energía solar; de 40 GW en energía eólica y decenas de GW en energía geotérmica donde el potencial total aún no se ha identificado".
Dentro del programa vigente con el Gobierno chileno, Vergara tiene la esperanza de que en 2014 estén en marcha dos proyectos. Una de ellos es una planta piloto de energía marina que va a tener un costo de entre US$ 5 millones y US$ 10 millones. Aún no se tiene la localización exacta, pero donde hay un altísimo potencial es en los fiordos del Estrecho de Magallanes y en el Canal de Chacao, alrededor de la isla de Chiloé.
En toda la costa del Pacífico en Chile hay un gran potencial de energía de olas y de corrientes que se pueden utilizar y para lo cual hay tecnologías disponibles. Noruega, Escocia, Francia y Corea del Sur han desarrollado experiencias en este campo.
El financiamiento del plan piloto es con una contribución del Gobierno y el BID, y Vergara también espera una contribución del sector privado.
El desarrollo de una gran planta de energía solar en el Desierto de Atacama es el otro proyecto que se espera esté en marcha en 2014. A fines de este año esperan terminar los estudios de selección de tecnologías, alternativas y confirmación de tamaño y del costo. Estimativamente, si la planta fuera de 50 MW, tendría un costo aproximado de US$ 400 millones, dice Vergara.
En cuanto al financiamiento, precisa que el BID hará una inversión con recursos del Fondo de Tecnologías Limpias; recursos propios de la línea del sector privado y es posible que utilice otros fondos: "Contamos con que la industria privada coloque una buena cantidad de recursos y el Gobierno chileno también ha indicado que va a aportar".
En el caso de la geotermia, si bien Chile tiene un gran potencial y la tecnología está bien desarrollada en América Central y especialmente en México, con muchos años de operación comercial, el recurso está muy disperso a lo largo de la cordillera de Los Andes y aún no ha sido dimensionado.
Al respecto, explica Vergara, hay riesgos asociados a los costos de inversión porque hay que perforar para identificar el campo geotérmico, parecido a lo que se hace en el caso del petróleo donde las perforaciones no siempre tienen éxito. "Lo que se necesita ahí es un instrumento que ayude a eliminar los riesgos de inversión en el estado de exploración. Una vez que se encuentra el recurso, la energía geotérmica es bastante competitiva". En el caso de la energía eólica, las plantas se pueden montar en cualquier momento.
Según el experto, si Chile pudiese tener acceso a sus recursos de energías renovables, eventualmente podría ser un exportador de energía eléctrica de cero carbono, que va a ser un elemento de comercio muy importante a medida que los impactos de cambio climático son más evidentes.
Chile es un país exportador de minerales, alimentos y manufacturas y con el tiempo los productos con menor huella de carbono van a tener mayor preferencia en el mercado internacional: "Va a ser muy diferente hablar de cobre extraído a base de carbón que de cobre extraído a base del sol", comenta Vergara.
Cambio climático
El apoyo del BID a la región está concentrándose en reducir los gases de invernadero disminuyendo la huella de carbono en el sector eléctrico -a través de la incorporación de energías renovables y eficiencia en el uso de energía- y en el transporte, introduciendo sistemas eléctricos de bajo uso de carbono, además de reducir la desforestación.
La producción peak de petróleo en el mundo ya llegó, no así la de carbón pero -advierte el representante del BID-, no se puede poner más carbono en la atmósfera pues la concentración de dióxido de carbono está en niveles históricamente altísimos. Una de sus consecuencias es el cambio climático que impacta los ciclos hídricos (sequías, inundaciones) y también un aumento en el nivel del mar lo que es muy importante para un país costero como Chile. El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) proyectaba para este siglo un aumento de hasta 70 cm en el nivel del mar, pero ya se habla de más de 1 metro.
Fuente: El Mercurio
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