Alzas sostenidas en precios de energía restarían 0,7% a crecimiento de largo plazo
>> 10 de febrero de 2011
Fuente: El Mercurio
Por segunda vez en una década la economía chilena enfrenta una crisis energética. En esta ocasión, la sequía provocada por el fenómeno climático de La Niña ha puesto en entredicho la capacidad de abastecimiento de energía eléctrica en el corto plazo.
El Gobierno estudia medidas de racionamiento, mientras los principales sectores económicos encienden las señales de alarma.
El integrante del Comité de PIB potencial del Ministerio Hacienda y economista jefe de BanChile, Rodrigo Aravena, recuerda que entre 2005 y 2009, período marcado por una fuerte crisis energética, la Productividad Total de Factores (PTF) de la economía cayó consecutivamente. Y si bien el año pasado hubo una recuperación de esta variable en torno a 1%, dicho nivel está 4% por debajo del peak de 2005.
A esto hay que sumarle el aspecto inflacionario. Al no poder generar electricidad con fuentes hidroeléctricas, las empresas deben recurrir a combustibles no sólo más contaminantes, sino más caros. Se espera que, si no comienza a llover en marzo, las cuentas de la luz suban un 10%.
El impacto de una crisis energética en la productividad y la inflación tiene directa relación con la expansión económica.
De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad de Los Andes y Libertad y Desarrollo los incrementos sostenidos en el precio de la energía en torno a 10% podrían restar cerca de 0,7% al Producto Interno Bruto (PIB) potencial, la medida que refleja el crecimiento de largo plazo de la economía local.
Aún así, el cálculo realizado considera un escenario conservador, por lo que la merma en la actividad podría ser aún mayor si la sequía se extiende más tiempo del previsto.
El socio de Gemines, Alejandro Fernández, señala que el impacto no sólo es en el PIB potencial sino que también en los distintos sectores productivos, ya que toda actividad requiere de energía para producir.
Aravena agrega que los coletazos se sienten aún más fuerte en los PIB de los sectores Electricidad, Gas y Agua (EGA), Industria y Minería.
Cifras elaboradas por BanChile revelan la fuerte correlación que existe entre los costos marginales de generación eléctrica y la actividad de dichos sectores (ver infografía).
Según Andrés Concha, presidente de Sofofa, el impacto en la industria manufacturera de un aumento de 10% en los precios de la energía estaría asociado a reducciones de productividad en torno al 2% en dicho rubro.
Ante medidas de racionamiento, el titular de la Cámara Nacional de Comercio, Carlos Eugenio Jorquiera, advierte que dicha acción generaría una baja en las ventas y problemas para mantener los equipos de frío, entre otros efectos.
A su vez, el líder de la Sociedad Nacional de la Agricultura, Luis Mayol, señala que el racionamiento afectaría principalmente a la agroindustria y a la producción lechera.
US$ 141 promedio del costo marginal de la energía (por MWh) entre octubre y diciembre de 2010.
Fuente: El Mercurio
Por segunda vez en una década la economía chilena enfrenta una crisis energética. En esta ocasión, la sequía provocada por el fenómeno climático de La Niña ha puesto en entredicho la capacidad de abastecimiento de energía eléctrica en el corto plazo.
El Gobierno estudia medidas de racionamiento, mientras los principales sectores económicos encienden las señales de alarma.
El integrante del Comité de PIB potencial del Ministerio Hacienda y economista jefe de BanChile, Rodrigo Aravena, recuerda que entre 2005 y 2009, período marcado por una fuerte crisis energética, la Productividad Total de Factores (PTF) de la economía cayó consecutivamente. Y si bien el año pasado hubo una recuperación de esta variable en torno a 1%, dicho nivel está 4% por debajo del peak de 2005.
A esto hay que sumarle el aspecto inflacionario. Al no poder generar electricidad con fuentes hidroeléctricas, las empresas deben recurrir a combustibles no sólo más contaminantes, sino más caros. Se espera que, si no comienza a llover en marzo, las cuentas de la luz suban un 10%.
El impacto de una crisis energética en la productividad y la inflación tiene directa relación con la expansión económica.
De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad de Los Andes y Libertad y Desarrollo los incrementos sostenidos en el precio de la energía en torno a 10% podrían restar cerca de 0,7% al Producto Interno Bruto (PIB) potencial, la medida que refleja el crecimiento de largo plazo de la economía local.
Aún así, el cálculo realizado considera un escenario conservador, por lo que la merma en la actividad podría ser aún mayor si la sequía se extiende más tiempo del previsto.
El socio de Gemines, Alejandro Fernández, señala que el impacto no sólo es en el PIB potencial sino que también en los distintos sectores productivos, ya que toda actividad requiere de energía para producir.
Aravena agrega que los coletazos se sienten aún más fuerte en los PIB de los sectores Electricidad, Gas y Agua (EGA), Industria y Minería.
Cifras elaboradas por BanChile revelan la fuerte correlación que existe entre los costos marginales de generación eléctrica y la actividad de dichos sectores (ver infografía).
Según Andrés Concha, presidente de Sofofa, el impacto en la industria manufacturera de un aumento de 10% en los precios de la energía estaría asociado a reducciones de productividad en torno al 2% en dicho rubro.
Ante medidas de racionamiento, el titular de la Cámara Nacional de Comercio, Carlos Eugenio Jorquiera, advierte que dicha acción generaría una baja en las ventas y problemas para mantener los equipos de frío, entre otros efectos.
A su vez, el líder de la Sociedad Nacional de la Agricultura, Luis Mayol, señala que el racionamiento afectaría principalmente a la agroindustria y a la producción lechera.
US$ 141 promedio del costo marginal de la energía (por MWh) entre octubre y diciembre de 2010.
Fuente: El Mercurio
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